¿Qué es el sistema SAF-T?
SAF-T (Standard Audit File for Tax) es un tipo de archivo basado en el estándar XML que se utiliza internacionalmente para el intercambio electrónico de información fiscal.
¿Qué es el sistema SAF-T?
SAF-T (Standard Audit File for Tax) es un tipo de archivo basado en el estándar XML que se utiliza internacionalmente para el intercambio electrónico de información fiscal.
Se trata de un archivo generado en un formato legible y común (con independencia del software utilizado), a partir de un conjunto predefinido de registros contables, que se exporta con facilidad.
Mediante este archivo se recoge información fiable que permite a la autoridad fiscal o a un auditor externo detectar cualquier anomalía en la contabilidad de una empresa de forma rápida.
Beneficios del uso del sistema SAF-T
Es un fichero seguro.
Simplifica los procedimientos de recogida de datos fiscales en formato electrónico porque reduce el número de documentos que se deben emitir.
El formato estándar asegura la legibilidad de los datos independientemente del sistema de donde procedan.
El uso de SAF-T como fuente de archivo mejora la calidad y disponibilidad de los datos de archivo para empresas.
Hace más eficientes y rápidas las auditorías fiscales por parte de las administraciones tributarias.
Hace más eficientes y rápidas las auditorías fiscales por parte de las administraciones tributarias.
La unicidad del formato también favorece la labor de los contribuyentes a la hora de poder cumplir con sus obligaciones fiscales, incluso cuando se opera en diferentes países con distintos requisitos en materia tributaria.
El fácil acceso a la información requerida reduce los costes administrativos para las administraciones tributarias.
También reduce los costes en las empresas que sin el sistema SAF-T tendrían que dedicar más recursos o depender de personal especializado para adaptar los datos a un formato legible.
SAF-T en Europa
En Europa su uso está muy extendido en el cumplimiento del IVA, pero también en otros datos de contabilidad electrónica. Países en los que actualmente se utiliza el sistema SAF-T:
Hungría
En Hungría las empresas deben tener sus sistemas preparados para enviar archivos SAF-T cuando así lo requiera la autoridad fiscal. Esta información debe incluir:
- Contabilidad general, clientes, proveedores e IVA
- Cuentas por cobrar
- Cuentas por pagar
Lituania
Todas las empresas sujetas al IVA en Lituania están obligadas a generar el registro, envío y análisis de las declaraciones de información fiscal y contable en el formato SAF-T. Este reporte conforma el sistema electrónico i.MAS de reporte de información fiscal y contable, junto a los subsistemas de reporte de facturas y reporte de movimientos de mercancías.
Portugal
Portugal implantó el sistema SAF-T en 2008. La expansión real comenzó en 2013 con un cambio legislativo para que las empresas migraran al sistema electrónico SAFT-PT. Una nueva adaptación en 2018 obliga a las empresas a que el nuevo fichero SAF-T de contabilidad incluya los siguientes campos de control: listados de artículos, clientes y proveedores; regímenes de IVA, movimientos contables y cuadro de cuentas.
Polonia
Polonia utiliza el sistema SAF-T JPK_VAT para la declaración del IVA electrónico, obligatorio tanto para las empresas polacas como para las que operan comercialmente en el país. Este fichero electrónico consta de dos partes. Por un lado, debe contener los campos para la inclusión de los registros de IVA (información sobre compras y ventas), y por otro lado, los campos con los datos tributarios de la declaración de IVA de las empresas y contribuyentes.
Noruega
Noruega obliga al envío de datos contables en formato SAF-T a las empresas que facturen más de 500.000€. La información se envía al portal Altinn del gobierno en el formato SAF-T Financial.
Rumanía
La Agencia Nacional de Administración Fiscal ANAF requiere el envío de la información fiscal y contable a través del sistema SAF-T D406 Standard Tax Control File embebido en un pdf. La obligatoriedad es para grandes contribuyentes desde enero de 2022; en 2023 para medianas empresas y en 2025 para las pequeñas empresas.